Los dedos de mis pies están quebrados, mi piel ha comenzado a abrirse, el olor a podredumbre esta llenando la habitación. No hay una cura para mi, o quizás simplemente la cura está al alcance de mis manos. El privilegio de ver el mundo no es mío. Pero puedo ver el mundo mientras mis piernas acalambradas sostienen mi peso, en una silla en mi recamara. 4 paredes y un sueño que se volvio el cadavér de una niña en posición fetal en el baño. A veces su fantasma grita mi nombre. Quiero explicarle que no hay nada especial para mí, ni para ella, pero está sin vida. Los muertos nunca regresan, ni siquiera cuando es uno mismo quien fallecio hace años. Quiero desaparecer. El dolor es demasiado. La culpa es inmensa. Sólo quería ser la chica que los domingos salia al parque, pero ni siquiera hay parques en esta ciudad gris. No hay nada para mi en esta ciudad. Sólo tristeza. Si pudiera volver a nacer, bueno, no nacería nunca....
Mi cabeza se abrió el amor, la felicidad, la empatia salieron corriendo cual roedores, corrieron directo a la coladera. Me levante y como zombie, fui a la iglesia, rogue a Dios el perdón y que me las devolviera, pero mis ojos empezaron a sangrar y mis oidos a zumbar. No puedo ver, no puedo oir, no puedo sentir. ¿Alguna vez el sabor a algodón de azucar volverá a mi lengua? ¿alguna vez volveré a captar el olor de las rosas? Debí hacer un deseo cuando los vi enterrar mi esqueleto. ¿Cuántas veces se muere uno en la vida? ¿Cuántas veces anhelas ser tu quien se vaya por la coladera? ¿Cuántas veces me voy a parar bajo la lluvia para limpiarme? Sólo termino empapada, haciendo que mis lagrimas sean discretas. Lo tengo todo, pero de nuevo siento que no tengo nada. Quiero sonreir y hoy sólo puedo llorar. Me aterra no saber el motivo. No hay nada detrás de mis ojos. No hay nada detrás de mis costillas. No hay nada detrás de mi abdome...