Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de diciembre, 2012

El último cuento de amor.

Vamos a escuchar al metro pasar, a ver la luna brillar y las estrellas desaparecer, vivamos de un cuento, en un cuento que sea nuestra vida. Entrelacemos nuestras manos y deja que me siente junto a la ventana del autobus, esa por la que miraba hacia las calles.  Ya no necesito mirar hacia afuera,  ya no necesito distraer mi mente, mi mano está entrelazada a la tuya. El vidrio de la ventana está frío y vacío. Recargaré mi cabeza en tu hombro, pegarás tus labios en mi cabeza. Estamos juntos, en un cuento que es la vida, en una vida que será el cuento que quiero narrar siempre. Vamos a ver las nubes correr y al sol desaparecer, a las gentes caminar y a nosotros envejecer, seamos el último cuento de amor en un mundo que se quedo sin tinta y papel, porque los amantes ya no lo usan, ya no se conforman con sólo entrelazar sus manos. 

No estás. (adiós)

Diminutos rayos de sol se cuelan entre las cortinas de mi habitación. No estás, no estarás nunca más. El vació que siento es proporcional al amor infinito que te tuve, podría llamarte y suplicar que regreses, pero no te tendré preso en un lugar al que ya no perteneces, podría escribirte diariamente 10 poemas para enamorarte, pero no te haré leer lo que no te importa. El invierno llega a nosotros mi amor, y ya no me siento con derecho de usar ese “mi”… amor. La noche me aterra desde que te fuiste, pero tú ya tienes a alguien más a quien cuidar de la oscuridad. Todo es tan rápido, tan corto, tan insoportable. El amor hacia alguien es pasajero,  tu amor hacia mí se bajo de tu corazón y abandono a este, ¿por qué mi amor hacia ti no hace lo mismo? ¿por qué el amor es tan insoportable?  Lo fue antes de estar juntos, lo es ahora que no estás. Diminutos rayos de sol se cuelan entre las cortinas de mi habitación, y no alcanzan para iluminar mi alrededor,