Mi cabeza se abrió
el amor, la felicidad, la empatia salieron corriendo cual roedores,
corrieron directo a la coladera.
Me levante y como zombie, fui a la iglesia,
rogue a Dios el perdón y que me las devolviera,
pero mis ojos empezaron a sangrar y mis oidos a zumbar.
No puedo ver,
no puedo oir,
no puedo sentir.
¿Alguna vez el sabor a algodón de azucar volverá a mi lengua?
¿alguna vez volveré a captar el olor de las rosas?
Debí hacer un deseo cuando los vi enterrar mi esqueleto.
¿Cuántas veces se muere uno en la vida?
¿Cuántas veces anhelas ser tu quien se vaya por la coladera?
¿Cuántas veces me voy a parar bajo la lluvia para limpiarme?
Sólo termino empapada, haciendo que mis lagrimas sean discretas.
Lo tengo todo, pero de nuevo siento que no tengo nada.
Quiero sonreir y hoy sólo puedo llorar.
Me aterra no saber el motivo.
No hay nada detrás de mis ojos.
No hay nada detrás de mis costillas.
No hay nada detrás de mi abdomen.
Hay una muñeca de trapo bajo mi piel,
se esta deshaciendo, se esta ensuciando,
está desapareciendo.
Creo que ya no está.
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