No soy Wendy atrapada en 4 paredes desafiando a Garfio con una filosa espada,
guardando el beso secreto en la comisura de mis labios,
con una bellota protegiendo mi pecho.
No soy Peter Pan reusandome a crecer,
porque ya crecí y sé que he madurado,
no de la mejor forma posible,
la arruga en mi frente me delata.
No soy una niña perdida,
aunque sí estoy perdida, pero no vivo aventuras,
no creo que Peter es mi padre y me salvará.
Las hadas desaparecieron.
Guardo un pétalo en mis cuadernos,
guardo recuerdos enfrascados en poemas,
quemo velas para despejar mi mente,
aún deseo morir para que el tiempo se detenga.
Mis piernas duelen al igual que mi alma.
Aún estoy vacía creyendo que soy importante.
No soy nada, no tengo nada, no hago nada.
No soy Peter, no soy Wendy.
Quizás lo más parecido a mi es Garfio.
Esperando matar lo poco que queda de mi niñez
porque duele que no soy nada de lo que soñé,
no hay magia, ni sirenas contándome secretos.
No hay amor, ni un beso que me de el poder de salvar a todos.
Las estrellas no son barcos,
y si pudiera volar hacia la Luna y llegar a la segunda estrella a la derecha,
probablemente sólo encontraría polvo.
Me canse de pintar puertas en las paredes con los gises desgastados,
ninguna se abrió y con esas desilusiones,
mi merito decayó.
Estoy muriendo otra vez,
quizás todos morimos unas 100 veces o más a los largo de los años.
No sé amar, se mentir,
y si pusiera brotar algo de mis labios no sería amor,
serian espinas venenosas que se clavarían a tu corazón.
No sé absolutamente nada,
sólo que soy masoquista y me encanta el dolor,
el dolor que causo y que vuelve a mi y quema mis intestinos.
¿Por qué nací con esa maldición o en qué momento la adquirí?
Soy el villano que te aventara al precipicio.
Que te verá llorar y patalear mientras su corazón se rompe,
y cuando te vea a punto de chocar contra el pavimento,
moveré el cielo e infierno para salvarte,
entonces quemaré la tierra para que nadie te hiera,
entonces se me quemaré a mí misma para no herirte.
Un payaso con pensamientos extraños, catastróficos, sin bases ni fundamentos,
eso es lo que esta villana es.
No soy Wendy, Peter, ni Garfio.
Sólo soy Monse a los 28 años,
no sé qué es el amor,
no sé decir perdón,
no sé sentir nada.
Mi autodefenza fue convertirme en un hada que siente una cosa a la vez,
pero se quedo sin sentir nada y se hizo piedra.
Mis disculpas.
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