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Canela Dulce

 Era como canela dulce descansando sobre la mesita de una casa en medio del bosque.
Ausente de lo que pasaba a su al rededor, 
frágil al tacto, 
fuerte si era necesario.


Era como canela dulce y embriagaba a mis pulmones.
Hacía a mi corazón latir con emoción y perfumaba mis sábanas. 


Fue la primera vez que deje de temer,
que abrí mis cortinas y lo deje inundarme de su esencia. 


No estaba ansiosa, estaba tranquila. 
El es canela dulce, 
con ese olor tan confortante como el de esa vela que a penas y alumbra aquella casita en medio del bosque en dónde suelo esconderme. 


Todo es frío al rededor, 
pero él hace que mi piel este siempre cálida.


El es canela dulce, 
esa que tanto me gusta.




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