El momento ha llegado para mí, quiera o no.
Tanta indecisión, tanto miedo que lucho por tirar a través la ventana. Ya había escrito antes sobre el mudarme y vivir sola; no fui capaz de hacerlo.
Hoy, en pleno 2018, me tengo que ir de casa por un año, consecuencia del servicio social. ¿Culpables?, la escuela, el tiempo, MCR, o. ...
...quizás sólo yo, sin embargo no busco a quien señalar.
Estoy asustada, incluso, previo a esto, mucho antes de saber qué pasaría conmigo para esta etapa de la carrera, tenía bien claro el suicidarme.
"Muchas personas le temen más a la vida que a la muerte."
Sin duda alguna iba a cortar profundo en cualquier momento, hasta tenía hojas de bisturí a la mano. Nada me preocupada, total, pronto me iba a morir.
Y en el camino hacia la autolisis pasaron un par de cosas:
1. Mi familia: papá y mamá.
Los mire tan llenos de orgullo y melancolía, pues se pequeña hija está terminando la universidad, y ahora debe marcharse un año a un lugar desconocido.
Ver a las personas que más amas siendo felices, te regala vida.
2. Una vieja amiga de la preparatoria. Ella tiene una perspectiva de la vida que me encanta. Cuando vio lo mal que me sentía no escribió el clásico "no estés triste," más bien, fue para mí una bocanada de aire en medio de un mar en el que estaba ahogándome.
3. El MCRmy. Una de mis amigas trato de reunir a otras ya que pronto me iré de la CDMX. Era un hasta pronto, incluso brindaron por mí. Me sentí tan afortunada.
Estoy empezando a soñar y tener fe. Me da miedo que sea como en 2015, que está calidez se esfume. No quiero. Trato de plasmar estos sentimientos en mi mente, tatuarlos en mi alma.
Afuera está lloviendo, deseo que las frías gotas se lleven de mí el mal estar que he cargado 5 años.
Pero amigos, para alguien que ya nada le importaba más que dejar de respirar, el hacer planes suena como una gran aventura. No quiero dejar de planear, y quiero que todo se vuelva realidad.
Ese viaje a Canadá o Europa.
Esa especialidad en medicina legal
Ese departamento por la avenida Amsterdam.
Devolverle a mis padres parte de lo que han gastado en mi.
Una segunda carrera, ahora sí, quiero ser una artista.
El voltear un día atrás y decir: ha valido la pena.
Aún no me siento capaz, he estado demasiado tiempo divagando en si podré o no, tanto, que deje de intentar. Ese fue el primer error. No sé qué pasará, pero quiero agradecer a mi familia y amigos por estar en mi vida.
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