Mientras comía el huevo con salchicha que mi madre había cocinado, pensaba en el 2008, cuando cortaba mi piel para sentirme mejor; un entrenamiento para el 2018 en donde quiero cortar profundo.
Pensaba en cómo sería morir, ¿dolera mucho?, al menos sólo será un momento y no el resto de mi vida.
Mientras pensaba en tener a la mano una hoja de bisturí para terminar con todo, el llanto se acumulaba en mi garganta.
Escuché la voz de mi padre y me sentí cansada. Recordé todas las veces que había sido burlón y lo idiota que era yo porque algo tan banal como aquello me molestaba y me hacía sentir mal. Sin saberlo, se burlaba de alguien que se odiaba a sí misma.
Mi madre me hablo, me preguntó ¿qué película quería ver en el cine?, automáticamente respondí que ninguna. La oscuridad en mí creció. Horas antes le había dicho que fuéramos al cine, ella dijo que no tenía dinero. Mamá yo sé que estamos quebrados, pero sólo quería huir de aquí porque mi mente me está matando. Cada vez que intento salir y ella dice no, la sombra vuelve a mí. No estoy enojada, estoy triste, ¿nadie puede diferenciarlo?
Mi madre menciona de nuevo el ver una película, y yo no respondo, porque ahora sé que la he obligado a tomar dinero, eso me provoca miseria.
Terminé de comer aquel huevo, lave mi plato mientras soportaba el no llorar. Me fui a mi habitación y deje allí a mis padres. Los amo, en serio.
No estoy enojada, tan sólo estoy rota, triste, sola, harta de no poder amarme ni ver lo afortunada que soy.
Me encerré en mi recamara y sé que mi madre tiene la sensación de que estoy enojada. ¡Alguien por favor entienda!, no estoy enojada, sólo estoy harta de tratar de no llorar, estoy aburrida de despertar, cansada de fingir y sonreír. Tan sólo quiero llorar a solas y cortar profundo.
Si salgo de aquí estoy segura que encontraré más razones para no vivir. Se me es imposible hallarle sabor a la vida. Es como estar atada de manos y vendada. No puedes ver aunque quieras, no te puedes mover aunque lo desees. Sólo hay oscuridad, y tu mente crea ideas en donde te grita que no eres suficientemente buena, no eres genial, bonita, inteligente. Probablemente el mundo piensa así.
Es demasiado duro vivir con ansiedad y depresión. Es difícil, porque los demás creen que sólo estas enojada o amargada; se ríen y hacen bromas. Lo mejor es cuando tú también bromeas sobre ello, y te ríes con ellos, cuando en realidad vives en el infierno que tu cabeza crea.
Sé que estoy más cerca del final.
Cada minuto es una razón para cortar profundo.
Está vez no hay nada para vivir,
Mis padres estarían mejor sin mi. ¿Mis amigos?, ni siquiera creo tenerlos.
El mundo, empeora.
¿Qué hago aquí?
Sólo quiero citar un par de canciones:
“Por favor díganle a mamá que esto no es su culpa…”
“Este jamás fue mi mundo…”
Cuando la única esperanza es la muerte, te sientes más cerca de la libertad.
Porque cada que cierro mis ojos puedo ver todo lo que he hecho mal. Soy incapaz de recordar los buenos tiempos, ya nada queda, sólo oscuridad.
Quiero cortar, quiero cortar…
Y dirán que soy egoísta, pero en este punto piensas que incluso los demás estarán bien sin soportar tu humor que no entienden.
El infierno soy yo.
Ya no busco ayuda, sólo paz.
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