Me pregunto: ¿cómo has estado?...
...¿Aún miras al cielo? Esa es la pregunta que más invade mi mente.
Incluso antes de hablar contigo por primera vez, veía las nubes para pensar en ti.
He estado fotografiando el cielo como en los viejos tiempos. Supongo que lo hago con la vaga esperanza de que algún día el destino, o alguna coincidencia milagrosa, nos unirá de nuevo, y entonces, te mostraré los cielos que miré recordándote.
Cuando pasan cosas malas, anhelo demasiado el tenerte aquí. No es por conveniencia, no pienses mal de mí, sino que eras tú el único que podía cambiar el color gris por un pacifico azul. Eras lo que me hacia sonreír en todo momento.
Cuando pasan cosas buenas, en mi mente creo una de esas cartas imaginarias en donde te cuento como he mejorado, comoo las situaciones. Porque es así, las cosas poco a poco toman su lugar, y yo, voy mejorando, me encantaría saber lo que pensarías al respecto.
Al final es extraño el seguir pensando tanto en ti cuando ya han pasado casi dos años desde que nos alejamos. ¿Aún me recuerdas?, ¿ya me olvidaste? Quisiera saber si las cosas van bien para ti. ¿Cuánto has cambiado?
Me gustaría estar allí para ti en los días malos.
¿Sabes?, estoy buscando un lugar en donde pueda comer pay de manzana. Dijiste que me llevarías, pero ya que no paso, supongo lo haré por mi cuenta y en nombre de nuestros planes que no serán.
Perdón si uso tu memoria a mi conveniencia, pero es mi conciencia que no me permite avanzar, porque siempre tendré la inquietud de jamás haberte dicho:
"Oye, me gustas, me fascinas, no tienes que esforzarte más, porque también quiero que seas mío."
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