Yo no necesitaba probar "esa" clase de amor. No, yo sabia lo que era el amor porque me dolía el alma, me ardía el corazón de forma inmensurable cuando recordaba sus ojos de aquella vez que la mire de lejos observando un punto indefinido. Yo era una niña, pero me pareció que sus ojos reflejaban tristeza, y allí, a mis 5 años de edad, se me rompió el corazón por primera vez. No quería volver a ver esos tristes ojos jamás, y luego, simplemente me convertí en un caos, y la envolví en todo eso. Sus ojos se ven de nuevo así por mi causa. ¿Por qué no debería pensar que yo estaría mejor muerta?, así ya no la dañaría, así tal vez le devolvería el brillo feliz a la mirada. Ella ya había sufrido antes, y yo lo hago de nuevo. La amo tanto, que quiero quitarme la vida para hacerla feliz. No valgo tanto como ella, no la merezco.
Me miró con sus tristes ojos, una vez más, antes de las doce de la noche, antes de que año terminara. Ella me miro con esos ojos que atraviesan mi alma, sonrió, extendió sus brazos para mí, me abrazó. Sus ojos no están tristes, sus ojos brillaban, destellaban, tenían lagrimas debido a un amor más grande e infinito que el mismo universo. Ella me abrazó, y apostó su vida por mí.
"Eres un pedacito de mí. No me gusta verte enojada. Eres parte de mí, te amo, aunque cambies de humor, aunque tengas tu forma de ser. Te amo."
Su mirada atravesó mi corazón. Lo entendí, sus ojos ya no estaban tristes, estaban llenos de amor. Su vida está llena de esfuerzos que ha gastado para hacerme feliz....
Y volví a pensar "nunca conoceré un amor así de nuevo."
Y me sentí sola, realmente sola, prematuramente sola.
¿Cómo continuaré viviendo cuando ella no esté? ¿Quien me va a abrazar y a amar? ¿Quién va a apostar su vida por mí?
En el mundo ella sólo estará una vez. En mi vida, ella sólo estará una vez.
La vida es triste cuando descubres lo que un eterno adiós significa. Aún tengo tiempo para amarla. Mis trágicos ojos se inyectan de amor por su figura.
Sé que nunca amaré a un ser humano tanto como a ella, al punto en que deseo no haber nacido, así nunca tendría que perderla. Sin embargo estoy aquí, y la amaré, la amaré con cada suspiro, con cada latido, en cada segundo. Apostaré mi vida por ella.
Dios sabe que no merezco tanto. Y sabe que ella es una grandiosa mujer.
Me miró con sus tristes ojos, una vez más, antes de las doce de la noche, antes de que año terminara. Ella me miro con esos ojos que atraviesan mi alma, sonrió, extendió sus brazos para mí, me abrazó. Sus ojos no están tristes, sus ojos brillaban, destellaban, tenían lagrimas debido a un amor más grande e infinito que el mismo universo. Ella me abrazó, y apostó su vida por mí.
"Eres un pedacito de mí. No me gusta verte enojada. Eres parte de mí, te amo, aunque cambies de humor, aunque tengas tu forma de ser. Te amo."
Su mirada atravesó mi corazón. Lo entendí, sus ojos ya no estaban tristes, estaban llenos de amor. Su vida está llena de esfuerzos que ha gastado para hacerme feliz....
Y volví a pensar "nunca conoceré un amor así de nuevo."
Y me sentí sola, realmente sola, prematuramente sola.
¿Cómo continuaré viviendo cuando ella no esté? ¿Quien me va a abrazar y a amar? ¿Quién va a apostar su vida por mí?
En el mundo ella sólo estará una vez. En mi vida, ella sólo estará una vez.
La vida es triste cuando descubres lo que un eterno adiós significa. Aún tengo tiempo para amarla. Mis trágicos ojos se inyectan de amor por su figura.
Sé que nunca amaré a un ser humano tanto como a ella, al punto en que deseo no haber nacido, así nunca tendría que perderla. Sin embargo estoy aquí, y la amaré, la amaré con cada suspiro, con cada latido, en cada segundo. Apostaré mi vida por ella.
Dios sabe que no merezco tanto. Y sabe que ella es una grandiosa mujer.
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