La chica rota contempla la luna,
sin romanticismo, sólo con melancolia.
Sonrojada le confiesa a las estrellas:
"Me gusta hablar con él."
El cielo desaprueba su confesión,
su propio corazón se rebela contra su dueña,
surge un retortijón de sus entrañas.
La canción dice:
"Si le amas déjale ir, él nunca fue tuyo."
La chica rota sonríe con lagrimas en sus ojos,
y susurra:
"El es una buena persona, y merece lo mejor,"
Rocha dice,
a veces llegamos tarde a la vida de algunas personas.
Yo siempre he sido impuntual, pero en este caso, incluso,
si hubiese llegado temprano, dudo haber logrado algo,
sólo es una etapa más, un dolor sumado en forma de cicatriz.
Adiós, fue un gusto, yo no lucho contra el albedrío,
la verdad ya fue dicha.
No vine a dañar personas, y no voy a ser una chica promedio.
No importa cuanto me agrade él,
no importa cuantas veces le sueñe,
ni importa el número de escritos que le dedique
no importa que no salga de mi mente,
él ya tiene a alguien,
a mi sólo me queda alejarme,
sin mirar atrás, sin decir palabra alguna,
soportando el masoquista dolor que me infrinjo,
la única culpable soy yo y mis inestables sentimientos,
y quizá, también es culpa de tu amabilidad que lastima.
Fue un placer. Mis disculpas por sonreír cuando llamas.
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