Me niego a escribir sobre amor,
porque mi alma ha sido desilusionada una y otra vez.
Ni el amanecer le dio paso a un renovado corazón.
Amar, suena como un sueño alcanzable,
que sin embargo, nadie alcanza porque no gustan de dormir
ni soñar con la misma persona.
No escribiré de amor, porque francamente no lo siento,
y si pudiera, no me gustaría sentirlo con esa misma efusividad
de meses atrás. Por que los sueños no son eternos.
Pero allí estaba ella, a mi lado,
me brindaba su silencio y lo disfrute.
Allí estaba ella, irrumpiendo el sigilo, y encontré hermoso el tono de su voz.
Sus cabellos que caían como cascadas de la noche sobre sus hombros,
sus ojos cuyo brillo parecía no tener un limite.
Su cuerpo, que parecía haber sido esculpido con detalles imborrables.
Allí estaba ella, entrando en lo más profundo de mi ser,
invadiendo cada una de mis neuronas,
maravillando a mi alma con su personalidad.
Allí estaba ella y que dichoso era yo.
Pero no la amo, ni siquiera la quiero,
no la deseo, no quiero que sea mía.
Porque simplemente mi corazón no reacciona.
Mis sentidos la captan, y eso es todo.
"Sólo soy una estación en tu camino, sé que no soy tu amante." |
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