Cien años dando pasos vacíos,
sin una sombra, sin una vida; consumiendo gritos.
No quería morir, pero la eternidad me cansó.
Vivi en un sueño en donde el día era mi noche y la noche mi día,
vivi con su odio persiguiéndome,
pero su odio se terminó,
su corazón me obsequió,
lo tomé y lo quebré.
Ahora tomo su sangre,
termino su vida y mi vida.
Después de cien años vacíos
ya no puedo sentir.
Comentarios
Publicar un comentario