¿Cómo te salvo de mí?
de lo que soy, de lo que pienso,
porque soy una ilusa, porque te pienso siempre a ti.
Quiero ponerte a salvo de mi tonto corazón que te adora,
de mi necia mente que te imagina a mi lado.
Escuché que muchas parejas anhelan un beso bajo la lluvia,
a mí me da igual, sólo quiero tenerte conmigo,
incluso si es en medio de las llamas y yo tengo que sufrir el ardor
del fuego para besarte una ultima vez. Pero no pasa,
ya me estoy quemando,
ya estoy sufriendo, pero tu no estás aquí.
Algún día el fuego se extinguirá, quizá cuando llegues a quitarme
el oxigeno con un dulce beso
y la combustión se vuelva imposible.
O quizá cuando te olvide…
quizá sea cuando te olvide,
porque no te dejaré saber lo mucho que te necesito
… y, seguramente tú nunca me necesitarás.
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