Las flores se marchitan lentamente,
la soledad me hunde en un profundo vacío,
me equivoque al elegir el camino,
tomé la flor incorrecta y una vez más me he espinado.
La sangre brota liberando la presión,
mis ojos comienzan a cerrarse
y aún antes de dar mi último respiro
pienso en tus dulces palabras, en tus dulces ojos.
Nunca devolvisté la llamada, nunca sabré la verdad,
no sabré si tu mirada expresaba amor.
Sin embargo mi último aliento es para ti.
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