Realmente me hundiría en tu mirada por siempre,
realmente nunca tendría miedo a mirar tus ojos,
aquellas delicadas pupilas nunca me han mirado,
aquellos delicados cristales, ventanas a tu ser, tal vez nunca me miren,
tal vez algún día en alguno de aquellos locos sueños,
tus hermosas esmeraldas choquen con mis ilusionados ojos,
pero no significara que sea la dueña de su brillo,
ni que grabaran mi imagen en tu mente,
y así lo vuelvo a repetir…
podría quedarme recostada en el verde pasto,
viendo el color de este para recordar tus delicados ojos una eternidad.
.
Comentarios
Publicar un comentario