Hace poco más de tres años, en vacaciones, solía venir a la azotea. En esa época casi siempre vivía de noche, es decir, dormía a las 7 de la mañana y despertaba a las 5 de la tarde. Fueron muchas noches de insomnio sintiendo mi ser perdido, sintiendo una tristeza y melancolía romántica propia de un corazón preso de sus propios sentimientos, más una mente un tanto apocada por el rostro de una persona, pero eso fue tiempo atrás. Desde que entre a la facultad deje de mirar los amaneceres y atardeceres, me decía que en las próximas vacaciones volvería a mirar el sol salir u ocultarse, pero durante dos años nunca paso, hasta hoy. La decisión más "difícil" o una de las tantas que tendrá mi vida ha sido tomada. La vida de adulto comenzará pronto, estoy asustada, aún me siento melancólica, pero aquí he estado, viendo el atardecer. Deberían ver esto, frente a mí hay una montaña, o cerro, y a su alrededor hay varias nubes grises, por encima de estas el sol se asoma tímido, un...
es que leer es como nacer en una realidad rara y diferente, donde eres un observador de lo que ocurre y lopuedes sentir y todo se detiene cuando quitas la mirada del renglon. un saludote.
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