Virgin Suicide.

Tu cara ¡oh! tu cara que envenena, que miente, tienes una expresión sutil, apacible, como si las nubes flotaran sobre ésta, sin temor, sin preocupaciones, tu cara tan inocente como el llanto de un niño. Desearía no poder ver tu dulce rostro, porque me engaña, porque me hace creer que eres real. No lo eres, no eres real, mientes, tu carita, tu dulce cara es una máscara, una máscara que esconde a tu corazón a tu alma, podrida, podrido. Tu cara que me enferma y la veo en todos lados.

Cada que las estrellas brillan me recuerdan que el día se termina, poco a poco los segundos avanzan, las semanas se consumen, y me pregunto si te volveré a ver. He pensado en no buscarte, pero es cuando más te busco, he pensado en olvidarte, pero es cuando más te recuerdo. Incluso cuando digo que no te amo, te amo más. Me pregunto si volveré a verte, porque tus palabras me enamoran,  porque tu mente me hechiza, porque tus pensamientos son un mínimo de lo que amo de ti. Me pregunto si volveré a verte  porque cuando digo que no te necesito, es cuando más te quiero a mí lado.

El día está nublado,  el viento me susurra lo que más me temo. Las canciones románticas no me causan nada, tu presencia ya no me inspira. A veces cuando abro los ojos y veo que no estás no me importa, a veces cuando veo que sí estás, tampoco me importa. Varios meses soñé con tenerte, con decirte que mi amor por ti me estaba matando, ahora creo que la muerte ha llegado a mí, porque no siento nada.  Quizás mañana vuelva a amarte, quizás no. El amor es tan relativo, tan alterable. … Mientras dormía el amor se quedo en ese sueño en que me querías, se quedo en ese sueño... y al despertar en este lugar, supe que no te quería más.  Que te ame, que te quise, que te esperé y te anhelé,  pero mi alma se canso, mi mente se libero, y mi amor se perdió en un sueño imposible.  Mañana quizás vuelva a quererte,  mañana al despertar quizás vuelva a extrañarte, pero hoy, hoy ya no te quiero,  ya no te amo, ya no te extraño...